lunes, 4 de mayo de 2015

None.

Siento que me ahogo en un mar de ácido y restos aun reconocibles tras cada una de las fases y me niego a asumir que estoy dentro de un envoltorio plástico de un particular color festivo.
Que mi vida es un celofán de color inestable no es noticia, pero la insatisfacción actual, sí.

¿Que se hicieron las ganas?¿Los nervios?
Ni la vergüenza queda libre.
No soy nada. No soy nada en éste temporal.

Mi nudo en la garganta ya no es por timidez o miedo al rechazo, mi nudo en la garganta es por miedo a escucharme ser sincera conmigo misma...



 y quizá por eso lloro siempre y no sé nunca porqué.



También, quizás, simplemente sea el saber que cada segundo resta el tiempo que te voy a tener sonriendo en mi pecho,


                                           o, a lo mejor, simplemente, tengo miedo a amar.



¿Quién sabe? Qué se podrá esperar de una ignorante de la vida, una flor sin pétalos, una rosa sin espinas...

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