Necesito que os situéis en esta actual, con una acidez insoportable que me recorre la vida, la cabeza pesada y confusa y una humareda de miedo que ojalá se me olvide si mañana me despierto.
Paso más tiempo alto que en tierra y los días pasan como hojas al viento pre-torrencial, y dadas las circunstancias ni siquiera hay momento de cohibirse.
Cada vez me es todo más extraño y lejano, y Staw-B aparece de a ratos ligeros. Finalmente creo que dejará de enviar amapolas diarias para exclusivamente presentarse en casa en días raros.
Me resulta increíble como el miedo a perderte y el amor que recibo por mi no-humano han conseguido eso que yo en años no.
Me da envidia vuestro poder respecto a mi, desearía con fuerza también tenerlo.
Espero de corazón que nada ocurra, pero si así fuera, os agradezco a los pocos que me habéis podido conocer por mi tosco y a veces sombrío adentro y no únicamente por el plástico externo con adornado casi excesivo.
A quienes me leen a veces y se acuerdan de que mi cabeza gira casi más que el universo en curso.
No me quiero,
os aprecio.
miércoles, 1 de julio de 2015
Double-dealing.
Prometió inquietudes que ni yo tenía, pintó un arte que apreciaba por no conocer o, en defecto, conocer demasiado y sin embargo, absorbiendo todo mi adentro, decidió un egoísmo y una autoaceptación gracias a terceros muy variados que desmoronó cada una de las intenciones que me hizo creer habidas. Y ni viéndome en los propios trozos de mi poca existencia le dio la importancia que requise entonces.
Creo que eso era lo que peor me adueñó y a la vez más daño hizo, la indiferencia que daba lugar.
Nos dábamos lugar.
A todo dábamos lugar. Eso hacía la amistad parcial y sutilmente cercana a perfecta, incluso estándome donde yo y estándose donde él. Y lo abandonó por un ego un tanto más lejano a aquello de sutil.
Rastrero, cruel, inoportuno, indeseado, lamentable, degradante, triste y abrumador lo provocado por su parte.
Vengativo, enfadado, rudo, maleducado, obsceno, deprimente, desgarrador y rozando lo vulgar por la mía.
Se acabó ese enriedo de la manera más tajante y dada a expirar esto posible, y aunque creo que me alegro por mi externo protegido, aún en el fondo me duele por el intra hecho añicos que queda en mí.
Creo que eso era lo que peor me adueñó y a la vez más daño hizo, la indiferencia que daba lugar.
Nos dábamos lugar.
A todo dábamos lugar. Eso hacía la amistad parcial y sutilmente cercana a perfecta, incluso estándome donde yo y estándose donde él. Y lo abandonó por un ego un tanto más lejano a aquello de sutil.
Rastrero, cruel, inoportuno, indeseado, lamentable, degradante, triste y abrumador lo provocado por su parte.
Vengativo, enfadado, rudo, maleducado, obsceno, deprimente, desgarrador y rozando lo vulgar por la mía.
Se acabó ese enriedo de la manera más tajante y dada a expirar esto posible, y aunque creo que me alegro por mi externo protegido, aún en el fondo me duele por el intra hecho añicos que queda en mí.
Etiquetas:
confesiones,
realidades,
S
Suscribirse a:
Entradas (Atom)